Es inútil negarlo, Londres es la metrópoli más importante de Europa. Como toda metrópoli, Londres es una combinación de países y de razas. La ciudad es un crisol de culturas que sus habitantes viven con toda naturalidad y sin apenas prestarle atención. Mezquitas, estupas e iglesias, rollitos de primavera, cordero tandoore y cus cus configuran un colorido y atractivo mosaico del que resulta una de las ciudades más abiertas y hospitalarias del mundo. Esta particular y multicultural capital proporciona al visitante que llega al Reino Unido por primera vez, la extraña pero agradable sensación de estar en su propia ciudad. Vengas de donde vengas, sea cual sea tu raza, religión o nacionalidad, jamás te sentirás como un extranjero en Londres.
Mientras el avión tomaba tierra en el aeropuerto de Stansted me iba organizando el itinerario de visitas para el día siguiente. No quería perder ni un solo segundo de mi tiempo y pretendía aprovechar al máximo mi estancia que, aunque corta, prometía ser muy intensa. Eran muchos los lugares que debía visitar; el cambio de guardia en el palacio de Buckingham, la abadía de Westminster (el edificio religioso con mayor contenido histórico de Inglaterra), Trafalgar Square, la Torre de Londres, el Tower Bridge, los espectaculares luminosos de Piccadilly Circus, el Shakespeare`s Globe del Bankside (el alma del teatro isabelino), la Tate Modern, el Big Ben (la torre del reloj, simbolo del Parlamento Británico),… Ciertamente era mucho lo que tenía que ver, todos aquellos lugares forman parte del itinerario, casi obligado, que debe hacer el viajero que visita por vez primera la ciudad. Pero yo quería ver más, quería visitar los villages; Hampstead, Highgate, Brixton, Islington,… son pueblos próximos a Londres que la ciudad absorbió en su crecimiento, pero que conservan su esencia y particular estilo de vida. Quería pasear por sus calles, hablar con sus gentes, tomar el té en uno de los bares donde se reúnen casi a diario y curiosear por sus mercadillos, así que empecé por visitar dos de los villages más emblemáticos de Londres; Notting Hill y Camden. Podría hablar durante días y días sobre estas dos pequeñas localidades y jamás me cansaría.
NOTTING HILL
Tres líneas de metro (verde, roja y amarilla) nos llevan hasta Notting Hill Gate. Nada más salir de la boca de metro eché un breve vistazo a mi alrededor y enseguida pude ver que aquello era otra ciudad, una ciudad completamente diferente al Londres que ya conocía. Había abandonado el bullicio del metro y los enormes rascacielos de la City y, como por arte de magia, había aparecido en un lugar donde la tranquilidad, la alegría y la simpatía de la gente lo inundaban todo. Enormes casas de estilo georgiano contrastaban con otras compartimentadas en pequeños apartamentos deliciosamente decorados. Personas de diferentes razas y clases sociales se interrelacionaban con absoluta naturalidad. Notting Hill es uno de los villages más populares de Londres, más aun desde que Julia Roberts y Hugh Grant pasearon por sus calles y por entre los puestos de uno de los mercadillos callejeros más conocidos de Europa; Portobello Road. Este es el destino común para todos los visitantes de Notting Hill. Un canción dice que en Portobello Road se vende y se compra hasta el sol, y debe ser cierto. Lo que no encuentres en este gigantesco mercadillo será porque, probablemente, no exista. No obstante, es bueno recordar que las gangas no abundan. En los últimos cincuenta años ha surgido aquí un importante mercado de antigüedades especialmente concurrido los sábados, cuando los puestos llenan las calles con sus atractivas mercancías para disfrute de la incesante riada de turistas que brota de la boca de metro de Notting Hill Gate. A uno y otro lado de Portobello Road se dibuja un gigantesco arco iris en las fachadas de sus edificios. Cada casa ha sido pintada con un color; azul, amarillo, verde, rosa,… todas ellas en tonos pastel como testimonio o anuncio de los conocidos y multitudinarios carnavales (Notting Hill Carnival) que allí se celebran el último fin de semana de agosto. En los últimos años, uno de los mayores pasatiempos de los turistas que visitan la zona es encontrar la famosa librería y la inconfundible puerta azul en las que se rodaron algunas de las más conocidas secuencias de la taquillera película protagonizada por Roberts y Grant. Por supuesto, yo no iba a ser menos y emprendí la búsqueda. Tengo que decir que con éxito. Librería y puerta azul existen. Misión cumplida.
CAMDEN TOWN
Camden Town es un mar de entretenimiento; coloridos mercados, tiendas, pubs, bares, restaurantes, teatros y cines, atraen a multitud de gente de lo más variopinta.
Si Notting Hill es el mercado de las antigüedades, Camden Town es la ciudad del mercado por excelencia. Hasta cinco mercados llenan a rebosar las calles de la ciudad. Cada uno de ellos con identidad propia. En 1974 se fundó Camden Lock junto a la esclusa del canal que recorre las calles de la ciudad. Ahora es uno de los mercados con más amplio espectro de productos; desde una extensísima oferta de ropa de segunda mano a muebles de artesanía, pasando por bolsos y complementos de todo tipo con diseños imposibles. Camden Stables Market es la zona de Camden donde se concentraban las antiguas caballerizas, ahora es el centro de venta de la moda más alternativa de Londres. Merece la pena pasear por sus abarrotadas calles y cruzarse con los pintorescos personajes que llenan de colorido cada rincón. Claro exponente de esto que digo es el centro; Ciberdog. No dejeís de visitarlo. Merece la pena. Por la noche, este mercado cambia radicalmente, dejando a un lado su actividad comercial diurna para adentrarse en la animada vida nocturna en la que restaurantes, pubs y cafés abren sus puertas al público. Camden High Street y su continuación Chalk Farm Road son el eje central de Camdem Town.
Se trata de una enorme y concurrida avenida con sorprendentes tiendas de ropa, estudios de piercing y tatuajes, tiendas de objetos inútiles o absurdos y pequeños mercados a cubierto. En Inverness Street Market se sitúa un pequeño pero popular mercado de frutas y verduras visitado por los londinenses desde el año 1900. En la actualidad encontramos también, puestos que venden ropa a precio de ganga y alguna que otra tienda de souvenires. Camden Buck Street Market se situa en Camden High Street. Allí nos encontraremos con algunos prometedores diseñadores de joyería y moda que exponen su propios diseños.
Por último, nos queda visitar Camden Canal Market donde se apelotonan más de 150 tenderetes y tiendas con mercancía de lo más variada.
En definitiva; Camden Town es una auténtica locura. Si te gusta ir de compras, si disfrutas viendo cosas, situaciones y gente curiosa y diferente,… ven a Camden Town.
Una vez más creo estar en el sitio que describes, está vez he recordado esos lugares, sus gentes, el ambiente de sus calles y la esencia de esa ciudad tan cosmopólita que es Londres.
Me han entrado ganas de visitarla de nuevo, cuando…. eso es una incógnita.
Fantástico artículo.
El dia que mi amigo me dijo:»vente a casa y te enseño las fotos de mi viaje a Londres».Fui y estuvimos como una hora viendo las fotos y en cada una de ellas me explicaba el lugar,sus gentes,sus sensaciones al recorrer las calles…Me fui de su casa con la sensacion de haber estado alli.Me transmitio su entusiasmo por esa ciudad.Ahora vuelvo a leerte,por suerte,y vuelvo a sentir lo mismo…¿tendre que ir a esos lugares que nombras?Seguro…